
Solo cuando hemos determinado el mejor proveedor para el producto respectivo, nos ocupamos de la materia prima en sí. Se verifica incluso antes de que finalmente se "llame a la fuerza" en el marco de los contratos predeterminados. Para ello recibimos muestras correspondientes de los proveedores, que se examinan minuciosamente. ¿Son correctos los sensores, es decir, la apariencia y el sabor? ¿Son correctos los primeros valores de laboratorio? ¿Hay objetos extraños en el patrón? Aquí se hacen y se responden muchas preguntas.